lunes, 3 de junio de 2013

MÉTODOS DE PLACER INSTANTÁNEOS
-La música, amplificador de emociones-
Amairany Santander Oliva


El intenso placer que sentimos al escuchar música provoca en el cerebro la secreción de dopamina, un neurotransmisor que también se libera ante placeres más concretos asociados a la alimentación, el sexo, el consumo de drogas o el dinero, según un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience.
Así mismo, los análisis revelaron que la dopamina se libera en el momento "culmen" de la canción, cuando esta nos hace estremecer literalmente en un "escalofrío", en la misma región ligada a la euforia que produce el consumo de cocaína. Pero además, unos segundos antes, se produce una descarga de dopamina en el área vinculada a la anticipación y las predicciones.

Acudir a un festival de rock, o simplemente subir al máximo el volumen del equipo de música mientras escuchamos nuestra canción favorita, puede ser bueno para el cerebro. Cuando escuchamos música a más de 90, una zona del oído interno conocida como sacculus estimula al cerebro para que libere endorfinas que nos hacen sentir placer. Cuando varias personas se reúnen para cantar este órgano también reacciona.
Independientemente del género musical que se escuche, el lenguaje de la música transmite una serie de emociones comunes básicas que cualquier persona reconoce, incluso si es la primera vez que escucha determinado tipo de música. Las investigaciones demuestran que son: felicidad, tristeza y miedo.

Entre algunas ventajas de escuchar música se encuentran:

- Mejora el vocabulario: durante el entrenamiento musical para tocar un instrumento se establecen conexiones neuronales que mejoran también otros aspectos de la comunicación humana. De ahí que los niños con formación musical tengan un mejor vocabulario y capacidad de lectura.

- Ritmo para hacer deporte: Científicos de la Universidad de Brunel demostraron en 2008 que escuchar cierto tipo de música, fundamentalmente de los géneros rock y pop, podemos aumentar nuestra resistencia al ejercicio físico intenso hasta un 15%.
- Buena para la circulación: Científicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland han demostrado que escuchar música puede beneficiar al sistema cardiovascular tanto como hacer ejercicio o tomar ciertos medicamentos. Concretamente, analizando la respuesta de los vasos sanguíneos con ultrasonidos mientras escuchamos música, Michael Miller y sus colegas comprobaron que el diámetro de los vasos, medido en la parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita. En contraste, la música que calificamos como estresante hace que los vasos se contraigan un 6%. Los experimentos mostraron también que escuchando canciones que invitan a reír los vasos sanguíneos se dilatan un 19%, mientras que la música relajante produce una expansión del 11%.

Algunas desventajas son:

- Música de fondo al hacer tarea: escuchar música mientras desarrollamos una tarea cognitiva -como estudiar o redactar un informe- reduce el rendimiento, según un artículo publicado en Applied Cognitive Psychology. Lo mejor en estos casos, dicen sus autores, es el silencio.
- Música y alcohol: La música alta en los bares incita a beber más alcohol en menos tiempo, según una investigación francesa difundida en 2008 por la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research. Además, cuanto más alto es el volumen de la música más rápido se consume la bebida.
-Música con audífonos: Escuchar música a un alto volumen utilizando audífonos es una carga elevada para los tímpanos que puede causar problemas psicológicos, de debilidad auditiva precoz y falta de concentración, indicó un estudio de la UNAM.


Esto demuestra que, como todo en la vida, hay pros y contras y todo en exceso es malo.  

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