MÉTODOS DE PLACER
INSTANTÁNEOS
-La música,
amplificador de emociones-
Amairany Santander
Oliva
El intenso placer que sentimos al
escuchar música provoca en el cerebro la secreción de dopamina, un
neurotransmisor que también se libera ante placeres más concretos asociados a
la alimentación, el sexo, el consumo de drogas o el dinero, según un estudio publicado
en la revista Nature Neuroscience.
Así mismo, los análisis revelaron
que la dopamina se libera en el momento "culmen" de la canción, cuando
esta nos hace estremecer literalmente en un "escalofrío", en la misma
región ligada a la euforia que produce el consumo de cocaína. Pero además, unos
segundos antes, se produce una descarga de dopamina en el área vinculada a la
anticipación y las predicciones.
Acudir a un festival de rock, o
simplemente subir al máximo el volumen del equipo de música mientras escuchamos
nuestra canción favorita, puede ser bueno para el cerebro. Cuando escuchamos
música a más de 90, una zona del oído interno conocida como sacculus estimula
al cerebro para que libere endorfinas que nos hacen sentir placer. Cuando
varias personas se reúnen para cantar este órgano también reacciona.
Independientemente del género
musical que se escuche, el lenguaje de la música transmite una serie de
emociones comunes básicas que cualquier persona reconoce, incluso si es la
primera vez que escucha determinado tipo de música. Las investigaciones
demuestran que son: felicidad, tristeza y miedo.
Entre algunas ventajas de
escuchar música se encuentran:
- Mejora el vocabulario: durante el entrenamiento musical para tocar
un instrumento se establecen conexiones neuronales que mejoran también otros
aspectos de la comunicación humana. De ahí que los niños con formación musical
tengan un mejor vocabulario y capacidad de lectura.
- Ritmo para hacer deporte: Científicos de la Universidad de Brunel
demostraron en 2008 que escuchar cierto tipo de música, fundamentalmente de los
géneros rock y pop, podemos aumentar nuestra resistencia al ejercicio físico
intenso hasta un 15%.
- Buena para la circulación: Científicos del Centro Médico de la
Universidad de Maryland han demostrado que escuchar música puede beneficiar al
sistema cardiovascular tanto como hacer ejercicio o tomar ciertos medicamentos.
Concretamente, analizando la respuesta de los vasos sanguíneos con ultrasonidos
mientras escuchamos música, Michael Miller y sus colegas comprobaron que el
diámetro de los vasos, medido en la parte alta del brazo, aumenta un 26% con
nuestra música favorita. En contraste, la música que calificamos como
estresante hace que los vasos se contraigan un 6%. Los experimentos mostraron
también que escuchando canciones que invitan a reír los vasos sanguíneos se
dilatan un 19%, mientras que la música relajante produce una expansión del 11%.
Algunas desventajas son:
- Música de fondo al hacer tarea: escuchar música mientras
desarrollamos una tarea cognitiva -como estudiar o redactar un informe- reduce
el rendimiento, según un artículo publicado en Applied Cognitive Psychology. Lo
mejor en estos casos, dicen sus autores, es el silencio.
- Música y alcohol: La música alta en los bares incita a beber más
alcohol en menos tiempo, según una investigación francesa difundida en 2008 por
la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research. Además, cuanto más
alto es el volumen de la música más rápido se consume la bebida.
-Música con audífonos: Escuchar música a un alto volumen utilizando
audífonos es una carga elevada para los tímpanos que puede causar problemas
psicológicos, de debilidad auditiva precoz y falta de concentración, indicó un
estudio de la UNAM.
Esto demuestra que, como todo en la
vida, hay pros y contras y todo en exceso es malo.
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